en el seco silencio de la tarde
el ruido de un martillo
un raro silencio que cava en el hueso
el ladrido de la tarde
perro que muerde el lóbulo
de toda oreja
es el cristiano letargo del pensamiento
la borradura en la página de la que escribe
que escribe
que escribe
sin aliento
una rosa es un cuchillo
una afilada excusa para perder
la vida en el corazón de la vida
un silencio cadalso
del no haber sido nada y
querer ser menos todavía
arde la tarde
muge el pensamiento
habla el martillo
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