sábado, 13 de octubre de 2012


como una tristeza masticando opiáceos
fingiendo sentir aquello que por parecerte tan diluída materia
-de tanto no sentirla la sientas profunda y atravesada-
dolor agudo de no haber sido más que sufridora profesional
toda jirones de lo que hicieron de ti
María Calas
callas María
Hace falta una ética pura
 una monstruosidad
un silencio tan horrísono y puro vacío
nada
hace falta llorona:
debes de nuevo crear al monstruo que te comerá el corazón

He sido otras
en la tarde muriente
he besado los labios casi liricos de ser otra vida
arrinconada al borde de ser
casi nada
ojal en la camisa de nadie
solitaria en lo árido del pensamiento
Lo árduo
es vivir sin pensamiento
sin ese viento torpe que murmura
sin las señas perversas de lo falso
y sin este fingimiento que es a mi ser
el mono que fue al hombre



jueves, 11 de octubre de 2012

en el seco silencio de la tarde el ruido de un martillo
 un raro silencio que cava en el hueso
 el ladrido de la tarde
perro que muerde el lóbulo
de toda oreja
 es el cristiano letargo del pensamiento
 la borradura en la página de la que escribe que escribe
 que escribe sin aliento
 una rosa es un cuchillo
una afilada excusa para perder la vida en el corazón de la vida
 un silencio cadalso
del no haber sido nada y
 querer ser menos todavía
 arde la tarde
muge el pensamiento
habla el martillo